Para admirarse

La música es tu pasión, tu profesión, tu vida; es lo que te da de comer, gracias a ella vives y por ella te desvives... ¿cómo reaccionarías si de pronto comenzaras a notar que tu audición no es la de antes?, ¿qué hacer si de repente ya no eres capaz de percibir los sonidos, y los sonidos son la materia prima de aquéllo que día a día creas?; eres un músico reconocido, ¿cómo puedes dejar que las demás personas se den cuenta de que no escuchas?, ¿cómo puedes soportar el hecho de perder gradualmente el sentido del oído, estar totalmente consciente de lo que pasa y no poder hacer absolutamente nada para evitarlo?

Muy probablemente te aislarías del mundo en que vivieras, no sé, si las demás personas no hablan contigo no tienen por qué darse cuenta de lo que pasa... quizá cayeras en depresión, ¿cómo seguir trabajando si ya no puedes escuchar el resultado de tu obra?.

Definitivamente debe ser muy duro enfrentarse a algo así, pero puedes ser fuerte y no dejarte caer, aún sabiendo que la magnitud del problema es enorme, aún sin tener las esperanzas de solucionarlo. Aún con todas las adversidades puedes salir adelante, puedes trabajar aunque parezca que no tiene sentido, puedes luchar con todas tus fuerzas y crear una obra maestra, una maravilla musical sin precedentes, un tesoro para las generaciones posteriores... algo tan grandioso que persistirá por la eternidad, algo como la maravillosa Novena Sinfonía de Beethoven, que a pesar de haber sido compuesta cuando su creador ya era totalmente sordo impactó de una manera que jamás podría haber sido imaginada...

Mil gracias al maestro por no haberse dejado vencer, mil gracias por afrontar la adversidad y haber dejado para el mundo entero un regalo tan maravilloso como lo fue su música, que ningún otro podrá igualar. Gracias por esa emotividad, por esa melancolía, por esa fuerza y por esa alegría, ¡¡¡gracias!!!