Descarga digital. ¿El futuro de la música?

¿Hacía donde va la industria de la música?

Las descargas de música vía web difícilmente podrán derrocar al "viejo imperio" de las disqueras, pero poco a poco viejas bandas reconocidas y artistas independientes han sabido incursionar en el mundo musical gracias a la indudable y siempre cuestionable ayuda de Internet.


Radiohead dió los primeros y más importantes pasos liberando el año pasado su más reciente producción, In Rainbows, al alcance de un solo click. Los consumidores podían descargar el album directamente desde la página oficial del grupo pagando lo que ellos quisieran. Así es, TU PONÍAS EL PRECIO.
Después de algunas semanas, el album se puso a disposición de los consumidores de manera normal (un cd con un precio fijo establecido).

Lógicamente lo destacable de este movimiento fue la innovación. En cierta forma Thom Yorke y su agrupación ubicaron a los fans en un dilema ético: "Este material me interesa, ¿cuánto vale para mi?"
Obviamente hubo de todo. Muchos pagaron lo que usualmente les costaría un album normal, otros muchos no lo hicimos, pero es importante mencionar que pese a un muy bajo o casi inexistente control en las ventas, el grupo recaudó ganancias por su producto superiores a si hubiera distribuido su material a la manera de la "vieja escuela".

¿Cómo es esto posible?.

Aquí entran la injusticia y la ironía: En este rollo de la industria musical el que menos se ve beneficiado es el mismo músico, pero al no existir (al menos no de igual manera) intermediarios abusivos y gandallas (las disqueras, distribuidores, etc), el artista interactúa de manera directa con sus seguidores de forma tal que las ganancias producidas por su esfuerzo pasan en su totalidad a beneficiar al mismo artista. Nada mal no?.


Ahora el turno le tocó a Trent Reznor lanzando el más nuevo material de Nine Inch Nails. El disco se llama Ghosts y está dividido en cuatro partes lo que nos da un total de 36 tracks completamente instrumentales. La primera de estas partes (Ghosts I) está disponible de manera completamente gratuita en su página oficial.
El disco cuenta con una licencia no comercial para distribución igualitaria de Creative Commons, que para no entrar en mucho rollo estipula lo siguiente:

Tienes la libertad de compartir la obra al igual que puedes modificarla, pero te ves obligado a decir a quien pertenece y a compartirla bajo la misma licencia. Además, queda totalemente prohibido lucrar con dicha obra.

Fucking awesome!. Es simplemente maravilloso, es lo que esta generación de la información necesitaba: Una cultura "open source" musical.
Obviamente también existen versiones "deluxe" y "ultra deluxe" y no sé que más a la venta, siendo esto lo que origina las ganancias para NIN (al igual que los conciertos claro).


Pero toda esta revolución puede crear una gran incertidumbre:

Con una industria de este tipo el mercado musical se verá eventualmente saturado con la aparición de nuevos "talentos". ¿Cómo podrán los melómanos consumidores adoptar una preferencia por alguno de estos?

Esto mis amigos es la clave del éxito en internet. Cualquier idiota puede estar en la web (¿¿alguien dijo abloggerados??) pero no cualquiera se hace notar.


Este es por mucho el post más largo que he hecho, andaba inspirado. Jaja
Life's good!