¿Alguna vez han sentido como si trajeran una nube de tormenta sobre sus cabezas?
Yo creo que todos hemos experimentado esa sensación más de una vez en nuestras vidas, ¿o no? la semana pasada, por ejemplo, fue particularmente "tormentosa" para mí; déjenme les cuento la serie de eventos desafortunados que ocurrieron durante el transcurso de la misma:
Lunes: Me disponía a afinar mi cello para ponerme a estudiar, cuando una de las clavijas se quebró. Sí, ya sé que soy una ñoña, que estudiar en vacaciones no es bonito, pero aún así intenté hacerlo y ¡tenga! que el cello se pone en huelga... "changos, necesito remediar esto", me dije, y fui corriendo con mi papá a contarle la desgracia que me acababa de ocurrir. Él imediatamente se dispuso a buscar pegamento para tratar de remediarlo todo, pero despues de pegar la clavija y volver a poner la cuerda ¿qué creen? si, se despegó y se volvió a quebrar ¬¬ fue entonces cuando mi papá decidió recurrir a alguien más para ver si nos podía hacer una clavija nueva...
Martes: Pues a fin de cuentas no me hicieron una clavija nueva, pero repararon la que se había quebrado. Triunfantes, mi padre y yo nos disponíamos a regresarla a su lugar de origen para poder afinar el cello y que yo por fin pudiera tocar, pero al estar apretando la cuerda de nuevo ¡que se le ocurre romperse!!! yo no lo podía creer, pero en verdad había sucedido... mi padre, de nuevo dispuesto a rescatarme salió rapidamente camino a "Centro Musical de Delicias" (ahí me deben lo del comercial :P) para ver si podía conseguir una pero estaba cerrado ¬¬ así que no le quedó más remedio que volver a casa con las manos vacías. Entonces en lugar de poner una cuerda nueva amarró la que se había roto y gracias a Dios sí funcionó (gracias padre mío por tus mexicanadas que me rescataron!!!).
El miércoles creo que no me pasó nada en realidad desafortunado, pero el
JUEVES: ay Dios mío, ¿por qué ocurrió??? bueno, pues una vez más dispuesta a tocar el cello me dispuse a afinarlo, pero al parecer yo había amanecido aún más sorda que de costumbre (porque me duele aceptar que no tengo un sentido del oído muy desarrollado que digamos) y nunca pude afinar una sola cuerda. Más de media hora lo estuve intentando y jamás lo logré, así que ya harta y algo molesta además decidí mandar el cello a la... a su funda, y ponerme a tocar el piano, después de todo ése no tengo que afinarlo, pero no estaba de humor y casi inmediatamente desistí también de ello. Fue cuando tomé mi telefono celular que se encontraba arriba del piano y lo coloqué en una de las bolsas traseras de mi pantalón, ¡¡¡GRAVE ERROR!!!, si hubiera sabido lo que venía después jamás lo hubiera hecho. El caso es que llegué a la sala de mi casa y en lugar de poner mi celular en el librero como normalmente lo hago, simplemente olvidé que lo traía en la bolsa. Fue así que después de un rato recibí un llamado de la naturaleza y fui al baño, y ¡oh cielos!!! no quiería creerlo cuando escuché el sonido de algo sólido caer en el agua (y no era lo que están pensando cochinotes) volteo y veo nada menos que MI CELULAR en la taza del baño!!!! ¡¡¡AAAAAHHHHHH!!! sin pensarlo siquiera perdí todo el glamour y metí la mano para rescatarlo de morir ahogado. Sí, ya sé que muchos dirán que soy una cochina pero ¡me vale madres! bastante me costó ahorrar para comprarme mi telefonito como para perderlo por andar de quisquillosa. Total, que lo saqué y casi inmediatamente se apagó, así que me dispuse a desarmarlo para poderlo secar; lo sequé lo mejor que pude y lo dejé un buen rato para que el agua que ya había entrado en él se fuera también. Lo armé de nuevo y ¡sí prendió! pero los botones no funcionaban bien T_T total que para el final del día yo ya estaba sumida en una depresión casi total... (bueno, tal vez estoy exagerando con eso)
Viernes: El viernes en la mañana me levanté toda agüitadilla, y mi mamá lo primero que me dijo fue: vuélvelo a armar a ver si ya fuinciona. "Bueno, nada pierdo" pensé mientras me disponía a ver si funcionaba, puesto que el día anterior ya había pensado en que iba a tener que llevarlo a arreglar o quizá comprar otro, pero lo prendí de nuevo ¡¡¡¡y funcionó perfectamente!!! XD y yo de nuevo fui feliz jajajaja
Después de todo esto parece que la nubecilla que me perseguía se comenzó a disipar, ¡gracias al cielo! porque no habría aguantado mucho jajaja. Pero bueno, parece que esta semana las cosas pintan mejor, así que espero que así sea :P