Tiempo de vals (el viaje)...

Partimos de aquí de Delicias el sábado por la mañana muy temprano. Hay que salir temprano pa' llegar temprano -dijeron mis tios- ya que, nos iríamos con ellos en su auto. Demasiado temprano para mi gusto pero no me quedaba de otra. Salimos a las 6:00 am (no mamar) y calculamos que estaríamos allá en 2 horas aprox. Pero (porque será que siempre hay algún inconveniente), como todo un buen mexicano, mi tio no revisó bien el auto, que después de unos dias de mandarlo a reparar con un mecánico (obvio, también mexicano), no estaba en las mejores condiciones para viajar en carretera. Así las cosas. Como a media hora de camino el auto sucumbió ante las reparaciones deficientes y ya no arrancó. Shit. Entre puchones y encendidas en ratitos, pudimos milagrosamente llegar a la pequeña ciudad/poblado/whatever de Satevó donde un mecánico (el único del pueblo cabe mecionar), nos soltó el choro de que "Anda muy mal, de milagro pudo llegar hasta acá, le saldrá caro, bla bla bla". Pinches mecánicos se maman. Así que, despues de un ratote en el lugar, el auto quedó "arreglado". El tipo cobró $400 por sus servicios. Mal pedo, en realidad no traíamos mucho efectivo, era una visita de dos dias y uno nunca prevee estas cosas (ahi estamos los mexicanos de nuevo). Claro que a mis tíos y a mis padres les dolió gacho aquel robo.




Salimos por fin del pueblo (si, está algo pinche el lugar) pero(otra vez los peros), tras unos minutos de aparente felicidad, que se para el carro de nuevo (chingada madre). Ahora si ya no quizo encender. Estábamos muy lejos aún de nuestro destino y lejos de nuestro amigo el mecánico, así que regresar a mentarle la madre no era factible.



Tuvimos que llamarle a mi tia (a la que visitaríamos) para pedir un urgente rescate. Afortunadamente, mi primo pudo ir por nosotros, lo malo fue que tardó demasiado y estuvimos a un lado de la carretera y con el coche situado en la orilla del camino. No era recomendable esperar dentro del carro, ya que hay mucho loco al volante y en una de esas nos lleva a todos con todo y vehículo. Además, mi tío portaba (orgullosamente) su playera del américa, con el amarillo a todo lo que daba y era prácticamente blanco fácil para cualquier cabrón que le fuera a las chivas. No quisimos arriesgarnos así que esperamos a un lado con el explendido sol haciéndonos compañía.



Mi primo llegó al fin y pudimos irnos. Mis tios se quedaron ahí esperando los refuerezos que les mandaríamos al llegar a Zaragoza (no quisieron abandonar a su fiel automóvil). Llegamos por fin a nuestro destino casi a las 2:00 pm. Si, 8 horas, 8 HORAS para llegar al lugar que se suponía estaba a solo 2 horas de camino. A eso le llamo yo un mal pedo. Pero eso no sería todo, aún faltaba el baile al que asistiría en mi papel de chambelán y todo el desmadre que conlleva un evento de estos...